viernes, 19 de agosto de 2011

La cita de los idólatras

    Ya está aquí el Papa de Roma. Mucho se ha dicho y se dirá aún de esta visita apostólica con ocasión de la celebración en Madrid de la Jornada Mundial de la Juventud. Con parte de lo dicho estoy de acuerdo y, en general, con casi todo no. Vaya por delante la advertencia de que no estoy contra la iglesia porque sea iglesia, ni estoy contra la religión católica, ni contra ninguna otra, por principio. Más de una vez lo he dicho, las religiones, nos guste o no, forman parte de nuestra idiosincrasia como humanos, y allá cada cual con las supersticiones o creencias que quiera tener.
    Observo con atención las movilizaciones laicistas que se han producido contra esta visita. Estoy de acuerdo con que cada cual se puede manifestar por las razones que quiera, y esas convocatorias me son afines, pero no comulgo con sus argumentos más llamativos, como el de que se gasta dinero público en esta visita. Pues claro que algo del erario de todos habrá que poner sobre la mesa. Madrid se ha llenado con más de un millón de visitantes, alguna atención tendrán que prestar las autoridades a esa aglomeración de gentes venidas de todo el mundo. Y eso, gratis no es. Además, los peregrinos pagan de su bolsillo gran parte de la factura, y el gobierno ha declarado que no es tanto lo que gasta en el evento. Así que si ese es el argumento para oponerse a la visita, muy pobre me parece. Eso sí, es escandaloso que la comunidad de Madrid, y el ayuntamiento, hayan decretado una rebaja en el transporte público para toda esa gente y no lo haya hecho para los parados y personas sin ingresos. Pero qué otra cosa se podía esperar de la ultraderechista Esperanza Aguirre. Yo no esperaba menos de ella. Distinto es que la gente manifieste su desacuerdo con la política que este Papa y sus acólitos llevan a cabo desde El Vaticano. Ahí sí que me tendrán a su lado, hombro con hombro.
    Creo que las religiones deben ser vividas de forma íntima y personal. Que cada cual escoja del amplio catálogo disponible de deidades la que más le guste y viva su vida desde esa fe. Pero que lo haga para sí, que no intente imponer nada a nadie. Su vida será el testimonio de la procesión que lleva dentro y con eso basta. Serán sus actos lo que motiven el juicio de los demás.
    Veo a esos niños y nenas extasiados por la visión de ese señor de blanco, exultantes con su presencia, y me dan lástima. Lo aclaman, lo vitorean, cual fans de Justin Bieber, y me pregunto si sabrán a quién están idolatrando. Mucho me temo que no tienen ni puta idea. Eso es lo que me pesa. Porque yo sí sé quién es Ratzinger; sí sé del tándem que él y Wojtyla formaron durante el reinado de éste en el seno de la iglesia más oscurantista y confabuladora de los últimos tiempos. Personajes siniestros los dos. Sé del esfuerzo común dedicado por estos dos intrigantes para acuchillar por la jeta a la Teología de la Liberación, triste esperanza de una iglesia de los pobres fraguada desde la mitad del siglo pasado hasta su asesinato a manos de estos dos malandrines, uno desde su puesto de Papa, Wojtyla, y el otro, hoy jefe del cotarro, desde su puesto en la Congregación para la Doctrina de la Fe, organismo en el que se convirtió la Santa Inquisición cuando fue remodelada. Sé del trabajo sibilino que estos dos personajes llevaron a cabo para aupar al Opus Dei y a los Legionarios de Cristo en el seno de la iglesia. Con lo de los Legionarios les salió una cagada, porque resultó que su fundador es un pederasta de armas tomar. Y sé, ya que hablamos de ello, del esfuerzo de esos dos, Ratzinger y Wojtyla, por mantener ocultas las prácticas que poco a poco están saliendo a la luz de abusos sexuales a menores en el seno de la iglesia. Ése es el Ratzinger que ha sido recibido entre aclamaciones por todo ese millón largo de peregrinos que se han dado cita estos días. Ése es el sinvergüenza. Y por eso mi rabia y mi tristeza por lo que estoy viendo.
    La llegada de este Papa me trajo a la memoria aquella escena que algunos recordarán de la visita de Wojtyla a Nicaragua en la que, nada más tomar tierra, amonestó públicamente a Ernesto Cardenal por su apuesta coherente por los pobres de América Latina en particular y los del mundo en general. Un Wojtyla vergonzoso que se atrevió a levantar su dedo admonitorio contra un buen cristiano delante del mundo entero. Un buen cristiano que recibió la reprimenda con humildad, agachando al cabeza. Ratzinger fue el instigador en la sombra. Qué repelús dan.
    Si a todo eso sumamos que se trata de dos ideólogos de una iglesia patriarcal empeñada en mantener el statu quo medieval en el que está empecinadamente instalada, ajena por completo a los tiempos y a las propias enseñanzas de su fundador primero y último, Jesús, lo que tenemos es la presencia de un grupo de poder arcaico y siniestro opuesto a cualquier cambio, avance o evolución de una iglesia cada vez más anacrónica. Con su pan se lo coman.
    Y están en pecado. Que lo sepan. En pecado mortal. Todos ellos. Porque cultivar la idolatría es, según el código moral que el Papa y sus cardenales y obispos sustentan, pecado mortal. Y lo que estamos viendo estos días es un enorme acto de idolatría, con Ratzinger en el ojo del huracán sonriendo satisfecho, ufano. En pecado mortal todos.
    El infierno les está esperando.

9 comentarios:

  1. deverian preocuparse por lo que predican , en vez de tanta opulencia en viajes, papamoviles , trajecitos, ¿por que no se va a el cuerno de africa con toda su gente y se dedica a ayudar con sus santas manitas????no es todopoderoso pues que lo utilice para las personas que lo necesitan , y no para venirse a rodear de fans que en cuanto crezcan y vean la hipocresia que envuelve a estos tipos los mandaran a la mierda , pero mientras tanto y POR UN PRECIO RIDICULO se han chupado unas vacaciones mochileras en España ,con todo incluido ,alojamiento , manutencion diaria y desplazamientos , ahhh y aunque no lo parezca no estoy en contra de ellos , pero si de la hipocresia , con eso si que no puedo

    La Bruja

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  2. Mira, es una idea, Bruja. Todos ese millón y pico de personas en el cuerno de África echando una mano no vendría nada mal en estos momentos. En cuanto a la hipocrsía, no le des más vueltas, esa gente se maneja en la hipocresía y la doblez con soltura y desparpajo de profesionales. Son unos especialistas.
    Un beso.

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  3. Suscribo punto por punto. De hecho, esa es la discusión que he tenido estos días. No comprendo que las críticas se centren en el dinero, pero está claro que si viniera a darse un baño de multitudes un individuo que defendiera una organización en la que no cabe la divergencia de opiniones (dentro y fuera de ella), que intentara imponer su criterio como el único, convirtiendo en delito todo lo que considera pecado; una organización que pretendiera recortar los derechos conseguidos tras muchos esfuerzos por colectivos minoritarios, que criminalizara a los que tienen normas morales diferentes; que estableciera la superioridad del hombre dentro de su organigrama interno; una organización que, en fin, le faltara al respeto un día sí y otro también a los que tienen una concepción distinta de la familia, la bondad, la sexualidad... a la que ellos defienden... pues creo que estaría bastante justificado salir a la calle a gritarle "basta ya, desvergonzados"...

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  4. Seguimos condicionados por un pasado que hace que se etiquete a quien ose cuestionar cualquiera de las "verdades humanas" de la Iglesia. Ante un acto en su origen destinado hacia solo los católicos, se ha obligado a toda una sociedad heterogénea a verse afectada, a su pesar. Si la vivencia de la religión surge el ámbito privado, no se puede seguir permitiendo que una de ellas se haya apropiado del espacio publico...

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  5. Eso mismo digo yo, Luisi. La cuestión de si se gasta mucho o poco de los impuestos me parece pueril, una mera formalidad. Lo que de verdad me preocupa es el fondo del asunto. Quiénes son los que organizan estos encuentros, qué hacen, qué pretenden. Ahí sí que encuentro razones para oponerme a ellos.

    Israel, en principio, no me parece mal que de vez en cuando el espacio público se vea ocupado por ésta u otras manifestaciones colectivas. Pienso que para eso está el espacio público. Como tal es de todos. Y todos somos todos. Lo que no me parece de recibo es algo que creo que también subyace en tu comentario, y es que no creo permisible que una religión, la que sea, pretenda imponer en la sociedad sus códigos morales. Que las personas religiosas, o los creyentes, hagan de sus creencias una razón para luchar por transformacioens sociales me parece legítimo. Incluso puede que llegue a coincidir con ellos en algunos planteamientos. Pero no admito que una iglesia pretenda imponer sus dogmas de fe en lo social, y menos una iglesia como la que sustentan personajes de la catadura moral de Ratzinger o Rouco Varela. Que no estamos en el siglo XIII. Que ha llovido mucho desde entonces.
    Gracias a los dos por sus comentarios.

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  6. Usamos un Blog para decir cosas que creemos verdaderas y útiles que otros conozcan.Bien. ¿POR QUÉ NO DARSE UNA VUELTA Y LEER LOS DISCURSOS DE RATZINGUER Y VER SI LO QUE DICE O SE DIJO MERECE LA PENA TENERLO EN CUENTA Y DIFUNDIRLO?

    Y el envoltorio, que puede ser significativo, queda en segundo lugar. No resulta fácil un envoltario para tanta gente.

    Pienso que de esa gente habrá muchos para Africa y para todos los "cuernos del mundo además del de Somalia" (quizá mas que de bastantes blogueros).

    Un dato: Esta Iglesia cuida en el mundo al 26% de los enfermos, y más en Africa... Por si eso también se quiere recordar.

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  7. Don Padre, yo uso el blog más bien para escribir lo que se me ocurra. Que los demás consideren lo que escribo útil o no, no guía mi esfuerzo en este espacio. Si resulta útil, bien; y si no, también. De todas formas, en este caso el envoltorio es demasiado escandaloso para intentar dejarlo de lado. Ya sé que es el único clavo ardiendo que te queda para agarrarte, pero, de verdad, no creo que merezca la pena defender por principio lo que poca defensa tiene. Y de lo que dices de la gente, estoy completamente de acuerdo contigo, incluso lo que dices de la iglesia. Pero si vuelves a leer el texto, comprobarás que en ningún momento hablo de la iglesia, sino de lo que esos dos mangantes (sigo pensando que son unos mangantes) hacen de ella y con ella. Hemos llegado a un punto tal en que, para la mayor parte (la inmensa payor parte) de los jerifaltes de la iglesia (obispos y cardenales), el referente vital y personal ya no es la figura de Jesús, sino la institución de la iglesia en sí misma. Todo por la iglesia y para la iglesia. ¿Y Jesús? Me pregunto. ¿Dónde queda Jesús en todo esto? Eso es lo que me parece preocupante. Y te lo dice quien considera a Jesús como una referencia a tener en cuenta aunque no crea en el carácter divino que ustedes los cristianos le dan.
    Un abrazo.

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  8. Para mi el CENTRO es Jesús, su palabra, su estilo, su mensaje... Jesús, a la vez, aparece descentrado hasta Dios y hacia cada hombre y mujer, pues ama.

    La Iglesia no es el CENTRO, es un instrumento al servicio de...Hay mucho que afinar, por supuesto,y que Dios nos ayude cada día en ello. Y también las críticas que son bienvenidas.

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  9. Pues eso digo, don Padre. Que esa gente no parece tener muy claro cuál es el centro. En la entrada del blog no hablo de ti sino de ellos.

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