Que paguen ellos

   Denuncia mi amigo Javi en su blog, archipielágico, que los especuladores de siempre, los auténticos causantes de la crisis que hoy sufrimos, añado yo, siguen embolsándose unas cantidades ingentes e inmorales de dinero en su actividad especulativa. Al respecto, señala Javi una noticia aparecida en el diario PÚBLICO (ésta).

   Leí la noticia y sí, los magnates de siempre siguen con la dinámica de acumular dinero con la especulación mientras se las trae al pairo la que han liado en el mundo entero con ello.

   Pero me llamó especialmente la atención un detalle de la noticia que no quiero pasar por alto. David Tepper, presidente del fondo Appaloosa Management, encabeza la lista de esta gente que más ha ganado con la crisis que ayudaron a crear. Ha ganado cuatro mil millones de dólares (4000 millones). ¿Y cómo? se preguntará alguien de la calle a quien no le alcanza el entendimiento para desentrañar los misterios de las grandes finanzas. Pues apostando a que la gran cagada no era definitiva.

   A ver si yo lo entiendo. Hablo de la gente que se dedica a pasearse por los mercados financieros internacionales moviendo el dinero de un lado para otro, colocándolo aquí y quitándolo de allí, para conseguir no unos beneficios millonarios sino milmillonarios. No hablo de empresarios que generan riqueza con una actividad económica determinada. No son empresarios como Amancio Ortega, quien, partiendo de una empresa textil, la hace crecer hasta el gigante económico que es hoy Inditex, que agrupa a otras muchas empresas textiles que dan trabajo a decenas de miles de personas en todo el mundo. No. Se trata de gente que acumula una cantidad descomunal de dinero exclusivamente en su bolsillo. Son las personas que construyeron castillos en el aire con la especulación hasta que la burbuja creció tanto que reventó, arrastrando en su caída la estabilidad de un sistema capitalista cuyo último escalón son las millones de personas que perdieron su empleo, su vivienda y un poder adquisitivo que, en muchos casos, no les daba ni para salir de vacaciones una vez al año. Se trata de personas (llamarlos empresarios no se correspondería con la realidad) a las que les basta un despacho situado en una zona exclusiva y estratégica en ciudades como Nueva York, Londres o París, un puesto de recepcionista, otro de secretaría, y unos pocos de asesores, para acumular en pocos meses tanto o más dinero que la multinacional Inditex en un año.

   Bien. Pues esa gente que, repito, son los causantes de la crisis que vivimos, un día se reúnen en su local favorito a tomarse unas copas, hablar de fúltbol y  de cómo les van los negocios.

   -La cagamos, David -dice uno de ellos-. Con tanto exprimir la gallina de los huevos de oro y tanto querer ir más allá, la cosa nos estalló en las manos.  Ahora los gobiernos nos apretarán las tuercas y querrán regular los mercados financieros poniendo límites para tocarnos los cojones.

   -Tonterías -responde David Tepper con una mueca irónica a modo de sonrisa-. No pasa nada. Por lo menos, no a nosotros. Apuesto a que los gobiernos se limitarán a meter capital en los mercados para que podamos seguir con lo nuestro.

   El tío va y acierta, porque con este sistema capitalista que tenemos la cosa no podía ser de otra forma, y, en consecuencia, se embolsa cuatro mil millones más de dólares que se suman a los que ya tenía.

   Mientras tanto, mucha gente lo pasa mal para poder salir adelante, y hay quien dice que los trabajadores son los que tienen que apretarse el cinturón y pagar de su bolsillo las consecuencias de este desastre. Más madera.