jueves, 8 de julio de 2010

Es el mar




   Probablemente fue la luz del mar lo que primero me hizo soñar al poco de nacer.
   El mar ha estado siempre acompañando mi andar por la vida con paso firme por momentos, vacilante casi siempre.
   Es el mar, depositario de mis secretos, recibidor de muchos de mis grandes momentos de relax y recipiente en el que verter lágrimas, más amargas y saladas que sus aguas, y alegrías. Las mismas lágrimas y las mismas alegrías que siempre me devuelve y arrebata.
   Es el mar el que guarda mis ausencias cuando no estoy, y la primera cita a la que acudo en mi regreso.
   Es el mar la puerta abierta que me invita a cruzar sus fronteras para descubrir los mundos y realidades de sus otras orillas.
   Es el mar, con su voy y vengo y vuelvo a ir, una metáfora de la vida misma que me balancea en su vaivén.
   Es el mar el compañero imperturbable que no me ríe las gracias ni me llora las desgracias. El que simplemente está. A veces con esa luz fría como la muerte, a veces cálida como una emoción. Cruel y tierno. Verdugo y hospitalario. Amenazador, tentador. El que sabe ser duro como el acero y blando como una caricia.
   Es el mar mi lugar común en el que estás y no estás, en el que me pierdo y me reencuentro. Es el mar que sabe ser, que sabe hacerme y deshacerme.
   Es el mar.

1 comentario:

  1. Delicioso como siempre querido amigo, sin el yo no sabría vivir.

    Es el mar mi segunda piel
    Mi refugio, mi principio y mi fin
    Es el mar mi destino
    El que acaricia el horizonte de mi cuerpo
    Es el mar el que me mece con su cuerpo transparente.

    Saludos y besos

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